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En la discusión de si se debe mantener o no un precio fijo en la venta de libros en papel o electrónicos cuando se vende a un español desde un país con precio libre, un ilustre catedrático de derecho administrativo ha dictaminado que el derecho a aplicar es de España por ser donde reside el comprador.
La ley española exige el precio fijo tanto para los libros en español como para los que están en otros idiomas y eso con independencia de lo que diga la ley en el país donde se sitúe la tienda virtual.
Este dictamen contraría los planes de Amazon de vender al precio que determinase en cada momento, por encima o por debajo del precio recomendado por el editor, libros en inglés.

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